lunes, 12 de julio de 2010

Ganaron los buenos


El mundo entero estaba pegado a la televisión, los seguidores holandeses animaban a su selección y los españoles a "La Roja". El resto del planeta debía elegir con quien iba y, a los pocos minutos, el comportamiento en el terreno de juego de los Oranje se lo puso fácil. Iban con España. A partir de ahí el encuentro se convirtió en una película de buenos y de villanos. Holanda se ganó el papel de villano gracias a un juego violentísimo como hace tiempo que no se veía. Si ya es triste perder una final, más triste es hacerlo de la forma en que lo hicieron los holandeses. Los nuestros aguantaban como podían las embestidas del rival haciendo lo que mejor saben, jugar al fútbol.
A punto estuvo el villano de acabar con el héroe, pero como siempre un pie o una mano salvadora le sacaba del problema. Por una vez, la justicia se erigió sobre el campo y dio un golpe de autoridad de mano del más bueno de todos, tanto en el campo como fuera de él. Iniesta envió el balón a la red, tumbó al villano y se acordó de los compañeros caídos. El final de esta historia no puede ser más cinematográfico. Casillas, entrevistado por su novia Sara, no se pudo aguantar y la besó en directo delante de las cámaras de Telecinco. La periodista había sido señalada como la causante de algunos de los últimos errores del portero de la selección.
Al final, el villano durmió entre rejas, el prota se llevó a la chica y los demás nos fuimos a celebrarlo con la reconfortante sensación de que esta vez, en la vida real, habían ganado los buenos. THE END.

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