lunes, 14 de noviembre de 2011

El PP y el calvo de la Loteria


Una mujer joven llama a su madre por teléfono para comunicarle que la han despedido; un señor cercano a la jubilación explica a su mujer como se sintió cuando recibió la mala noticia; un niño pregunta a su padre si no va al trabajo, y este contesta triste que no; una madre confiesa entre lágrimas a su hija que, sin saber porque, la han echado. Finalmente una voz en off nos explica que hay muchas forma de decir que te has quedado en el paro, pero solamente una manera de cambiarlo.

Como habréis adivinado, estoy hablando del último video de campaña del PP, un video populista, demagogo y a mi juicio, miserable.

El tema elegido es sin duda el que más preocupa a la gente en la calle y el partido en cuestión, como no, se suma a esta reivindicación. Sin embargo, no aporta porque, o mucho me equivoco, o esta es la preocupación de todos los partidos políticos hoy en día - aunque a veces oigo preocupaciones de otros que tienen que ver con banderas, acercamientos e independencias, debe ser que allí trabajan todos.

La demagogia viene del hecho de relacionar, por la cara, el voto a favor del partido con la creación de empleo, cuando saben perfectamente que todas las previsiones para el 2012 hablan de un aumento del paro, este quien este. Además, afirman impávidos que ellos son los únicos que pueden cambiar la situación a pesar que ni si quiera en su programa electoral anuncian como piensan hacerlo.

El video es miserable porque apelando a la desesperación de la gente, se aprovechan de ella como vulgares videntes del tarot, hurgando en la herida aún abierta de personas que lo están pasando mal de verdad. Vendiendo una falsa esperanza –cuanto menos durante un año- recurriendo a la lágrima fácil y al sentimentalismo rancio de anuncio de turrón. Sabiendo que diciéndoles lo que quieren oír, se agarraran a la papeleta pepera como a un clavo ardiendo

En cuanto a contenido del video yo no me hubiera parado ahí. Una vez metidos en harina debería aparecer Mariano Rajoy con la cabeza rapada y la bola del calvo de la Lotería, alzándola al aire y profiriendo un soplo mágico que se extendiese por la gris y melancólica de tiempos mejores España. Transformando las fábricas donde la gente trabaja por escasos mil euros en la fábrica de Willy Wonka, sanando enfermos que salen del hospital gritando ¡milagro, milagro! y transformando a los maestros descontentos y “recortados” en alegres señoritas que parecieran sacadas de la película Sonrisas y lágrimas. Y al final, hubiera sacado a una entrañable ancianita que observara las maravillas del aliento reverdecedor del cambio desde su balcón. La abuela entraría decidida en la habitación, abriría un cajón de la cómoda y sacaría de el una foto de Aznar para colocarla junto a la de sus nietos. Para acabar, con la cámara alejándose lentamente, se sentaría en la mecedora a ver el atardecer a través de su ventana, tranquila al fin.

1 comentario:

Carls dijo...

Muy buena reflexión. Me quedo con la imagen de Rajy a lo Willy Wonka y a los Hoompa-Loompa yendo a votar en masa...

La propaganda electoral, en general, deja bastante que desear. Mensajes simples y carentes de fondo, casi tratando a electorado como a niños. Es como el Sálvame Deluxe.

El caso particular del PP es ya lamentable. Ignorando su responsabilidad en la situación actual, incluso teniendo la poca vergüenza de anunciar 3.000.000 de puestos de trabajo cuando las previsiones son más bien al contrario, como bien apuntas (o acaso van a reactivar la burbuja inmobiliaria?) y dando a entender que ellos tienen la solución a todos los problemas. Como demuestran en su cortijo privado, la Comunidad Valenciana, donde todo nos va super bien. Si no no vendrian los grandes eventos, no?

En fin, el futuro es incierto y, por desgracia, su victoria es un hecho.

PS: Ya era hora! Llevabas tiempo ya sin publicar nada