lunes, 13 de septiembre de 2010

La maestra que quería bailar

La sujeta A es maestra. Tiene plaza definitiva en el colegio público B y no acude a este centro desde hace dos años. El primero de ellos pidió una excedencia y el segundo una comisión de servicios en una escuela de adultos para poder compaginar su trabajo con el que, por lo visto, es su gran sueño o algo, la danza. Hasta aquí, nada que decir, todo dentro de los permisos que se conceden a los funcionarios de carrera. Sin embargo, algo queda flotando en el ambiente: ¿por que esta sujeta A no se ha dedicado a la danza en vez de a la enseñanza? Pero, bueno, a cualquiera pueden gustarle mucho, mucho dos cosas a la vez, ¿no?

Este año el monstruo de los recortes ha alcanzado el terreno abonado a las comisiones de servicios. Nuestra sujeta A esta apenada porque no le han dado la comisión y su carrera como bailarina, o lo que sea, pende de un hilo y no le sirve de consuelo que haya personas que cuidan a familiares enfermos de cáncer a los que se les ha negado el acercamiento de su trabajo a su hogar, por ejemplo.

Así que ella se ha puesto manos a la obra a perseguir su gran sueño. Ha presentado un escrito como que tiene a su abuela a su cargo para conseguir una reducción de jornada que va a utilizar para ir a la academia de danza, y no para cuidar a su abuelita, y los viernes por la tarde impartirá danza para la tercera edad (mira que es buena con los abuelitos, la propongo como próximo Nobel de la Paz) para sacarse un dinerito extra y no notar tanto la disminución de sueldo que acompaña a la reducción de jornada. De esta forma nuestra sujeta A no tendrá que abandonar su sueño y la danza española no perderá a semejante talento. Todo gracias a que no habrá ningún inspector ni semejante que se moleste en comprobar si se cumplen o no los requisitos por los que se conceden estos permisos.

¿A que es bonito? Si, a mi me también me gustan las historias que tienen un final feliz.

P.D. Mientras tanto, otras personas seguirán trabajando en condiciones bastante penosas porque les gusta su profesión, tienen decencia y vergüenza torera.

2 comentarios:

Pauet dijo...

I perquè serà que hi ha el món ple de "gentola" "runa" i tipes com aquesta que ens descrius?...
Parlar clar i ras és un dels plaers que ens dona tenir un blog... Expresar-se lliurement contra el món de les ballarines frustrades i aquells que fan d'una feina tan genial com la nostra, un espai on és difícil, de vegades, conviure...
ENHORABONA, VALENT... i Canya!!!...

Juan Chiloeches dijo...

Podría decir tantas cosas que no acabaría nunca. Así que solo diré una: "Estoy harto de gentuza que se dedica a estafar a los demás"