Hoy es un día de despedidas. Durante el desayuno me doy cuenta de una de las imágenes que para mí mejor reflejan este día. En la parte de estribor del barco hay un mueble bajo y alargado que, durante todos estos días, ha estado abarrotado con cámaras, carcasas, cremas, libretas, bolígrafos, libros de especies marinas, revistas, etc... Hoy se encuentra ya vacío porque no vamos a bucear. El exterior del barco también comienza a transformarse en un adiós. Las toallas, bañadores, aletas o escarpines que estaban desperdigados por toda la cubierta van desapareciendo conforme avanza la mañana. Sin casi darnos cuenta, nos encontramos despidiéndonos de la tripulación y subiendo al "dhoni" que nos llevará al aeropuerto de Male. Allí, dejamos las maletas en consigna y subimos a un "dhoni-bus" para trasladarnos a la ciudad de Male.
A pesar de ser un día de despedidas, había que aprovecharlo. Y eso hicimos. Con la ayuda de un guía vemos los lugares más importantes de Male: la mezquita y el cementerio. Este último era bastante curioso: las lápidas tienen una forma redondeada en su parte superior y están colocadas muy juntas; por otro lado están los mausoleos que se parecen a pequeñas cabañas hechas de piedra con tejado a dos aguas. Su decoración se realiza mediante rectángulos de distintos tamaños esculpidos en la piedra. Se accede a los mausoleos a través de una puerta de madera precedida de un escalón. El guía nos explica que se trata de un cementerio antiguo y que sólo se enterraban allí a guerreros y personas importantes.
Después de comer y de hacer las últimas compras llega el momento de regresar al aeropuerto. Allí nuestros compañeros durante los últimos días van desapareciendo poco a poco detrás de las puertas corredizas del aeropuerto. A Toni y a mí todavía nos queda esperar unas horas a nuestro avión que nos llevará a visitar la isla de Sri Lanka. Pero esa, es otra historia...
Abrazos y besos para nuestro amigos a bordo del Southern Cross: David, Bea, Nicola, Manuela y José María, Óscar y Tini, Vanessa y Paco.
A pesar de ser un día de despedidas, había que aprovecharlo. Y eso hicimos. Con la ayuda de un guía vemos los lugares más importantes de Male: la mezquita y el cementerio. Este último era bastante curioso: las lápidas tienen una forma redondeada en su parte superior y están colocadas muy juntas; por otro lado están los mausoleos que se parecen a pequeñas cabañas hechas de piedra con tejado a dos aguas. Su decoración se realiza mediante rectángulos de distintos tamaños esculpidos en la piedra. Se accede a los mausoleos a través de una puerta de madera precedida de un escalón. El guía nos explica que se trata de un cementerio antiguo y que sólo se enterraban allí a guerreros y personas importantes.
Después de comer y de hacer las últimas compras llega el momento de regresar al aeropuerto. Allí nuestros compañeros durante los últimos días van desapareciendo poco a poco detrás de las puertas corredizas del aeropuerto. A Toni y a mí todavía nos queda esperar unas horas a nuestro avión que nos llevará a visitar la isla de Sri Lanka. Pero esa, es otra historia...
Abrazos y besos para nuestro amigos a bordo del Southern Cross: David, Bea, Nicola, Manuela y José María, Óscar y Tini, Vanessa y Paco.
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