domingo, 13 de enero de 2008

Operación Himno

¡Ya era hora! ¡Por fin! Si es que así donde íbamos. Ahora sí que nos van a respetar, vayamos donde vayamos, ya sean competiciones deportivas o al campo de batalla. Acongojaditos van a salir los adversarios. Como si en vez de oir nuestro himno, oyeran los cascos del caballo de Atila. Y es que nos faltaba eso, una letra con la que alzar nuestra voz en grito todos juntos. Que tantas ediciones de Operación Triunfo no podían caer en saco roto y desaprovechar así el talento cantarín de tantos españoles, con un himno sin letra ni nada. Que el "la la la la la" ya está muy visto y ya ganó en Eurovisión.
En realidad no tengo nada contra la letra, muy pocos podrán encontrar algo que les moleste en ella. Tampoco me importa que el himno español se pueda cantar. Pero las cosas no se hacen así. En Francia, por ejemplo, La Marsellesa fue compuesta para alentar a las tropas en la guerra contra Austria, los soldados la aprendieron y la difundieron por el país. En EEUU, el himno fue escrito después de una batalla contra los ingleses que intentaban asaltar un fuerte en Maryland. La actual letra del himno de España ha sido compuesta para "crear una letra que una a los deportistas a la hora de defender nuestra nación" según un diario deportivo o para que "el abrazo de la Roja de Luís Aragonés antes de cada batalla, la rojigualda y sus motivos en torno a Fernando Alonso o Rafa Nadal, el famoso 'tarareo' de siempre y clásico tengan ese algo que nos ponga la piel de gallina como a muchos de nuestros vecinos".
Y qué quereis que os diga, no es que me parezca que una guerra o un batalla es mejor motivo para crear un himno que un partido de fútbol o una carrera de Fórmula 1. Pero sí estoy seguro que el sentimiento no es el mismo, nos pongamos como nos pongamos. No es lo mismo unirse en torno a una canción como expresión de libertad ante el extranjero que nos quiere hacer salir de nuestra casa, que sentarnos en un sillón a ver si Raúl mete la dichosa pelotita o si Nadal le da lo suyo al suizo ese que lo gana todo.
Creo que no es el momento. Nada hubiese dicho yo si esa letra se hubiese compuesto, por ejemplo, en plena Transición. Pero ¿por qué ahora? Por eso pienso que no va a triunfar y no va a dejar de ser una moda pasajera que desaparecerá con el tiempo. Aunque a lo mejor me equivoco, y el fútbol consigue lo que ningún político ni rey ha conseguido en este país en siglos. Que los españolitos hagamos todos algo a la vez, aparte de comernos las uvas como decía la canción de Mecano. Y de paso igual ganamos el Mundial. Quien sabe.

3 comentarios:

Enrique dijo...

Menos mal que el COE ha dado marcha atrás con lo del himno. Pero es una pena, porque ya ha cumplido su cometido: unir a todos los españoles bajo un mismo sentimiento, a pesar de que este sentimiento sea precisamente de que a nadie le gusta.
Estoy de acuerdo con Xixo, en que un himno debe salir del pueblo, y no imponersele de manera artificial.
Así que mejor quedémonos con el aséptico chunda, chunda, que lo mejor que tiene es eso, que no tiene letra, y así nadie se puede sentir ofendido y chungadas por el estilo.
En otro orden de cosas, ¿cuando te pasas por Engra?

Enrique dijo...

Yo tengo una letra para el himno de España, que es la que cantábamos de pequeño. No es muy original, pero si graciosilla. Dice así:

Franco, Franco
que tiene el culo blanco
porque su mujer
lo lava con Ariel
Doña Sofía
lo lava con lejía
y la familia de Borbón
lo lava con Colón

r dijo...

Aunque muchos no lo quieran admitir, el primer himno nacional en nuestra historia ha sido el Himno de Riego. Su letra recopilaba canciones patrióticas del Trienio Constitucional 1820-23. Hay que esperar hasta 1853 para encontrar una Real Orden que prescribe que oficializa la Marcha Real, o marcha granadera, como simple toque ceremonial de homenaje al Trono. Cada vez que había una revolución se volvía a entonar el Himno de Riego. Cerrado el paréntesis borbónico de los dos Alfonsos, y restaurada la República Española, todos estaban concordes en que no podía continuar usándose la Marcha Real, por ser un compás ceremonial de pleitesía a la Corona.
Proclamado ` Jefe del Estado', Franco se apresuró a restablecer la vigencia de la Marcha Real. De 1939 a 1947 el estado español era «el estado español», no una república pero tampoco un reino. Por eso, rebautizó la marcha como «el Himno Nacional». Los españoles tuvieron que aguantar el ritual radiofónico de rigor ¡Gloriosos caídos por Dios y por la Patria! ¡Presentes! ¡Viva Franco! ¡Arriba España!, a lo que seguía el «Cara al sol» falangista y la Marcha Real. ¿Qué significaba la audición forzosa de esa marcha para el pueblo español, sometido al látigo franquista durante 7 lustros? Está claro el significado. He aquí que se produce la llamada `transición' (1975-79) y el régimen postfranquista mantiene la vigencia de esa marcha, y hasta ni siquiera vuelve a su denominación histórica sino que persiste en utilizar la de Franco. Queda en pie lo esencial: se trata de la imposición de la España de antes.
Yo me pregunto: pasados más de 20 años de la nueva Constitución, ¿no sería más serio por parte de un país en progreso el pensar en un himno que intente abarcar la realidad histórica en la que nos encontramos? ¿Vivimos en una monarquía parlamentaria, o vamos a continuar toda la vida con el himno que nació simplemente para rendir honores militares a la Corona? Creo que si la letra del himno nos tiene que hacer ir juntos a todos los “españolitos”, lo primero es cambiar el caduco himno que tenemos.